Yo y mis pensamientos

Lo que sentimos, lo que vivimos, lo que hacemos y lo que no. Todo nos afecta, todo nos influye. Para bien o para mal nosotros no pasamos por la vida, la vida pasa por nosotros.

domingo, 26 de octubre de 2014

En plena crisis mental, esto soy...

Quiero huir de todo. Maldita ropa que no me entra, maldito cuerpo que no me gusta. Malditos padres que me presionan. ¡Estás gorda! No comas tanto. ¿No quieres comer? Pues ahora comes porque lo digo yo. Soy una maldita gorda. No quiero mi cuerpo, no quiero mi vida. Ya no me basta follarme a semidesconocidos con cuerpos espectaculares. Mi autoestima continúa igual de estancanda, igual de hundida entre excrementos y huesos. Quiero dos cosas y las dos completamente distintas. Quiero alguien que me abraze, me escuche y esté conmigo para consolarme y hacerme reír. También quiero sufrir, sentir dolor, cortes, sangre, golpes, ataques de histeria... Necesito un cigarro, creo que este sería un buen momento para hacerme un tatuaje. Necesito sentir dolor, como algo me atraviesa, me rompe y quiebra mis sentidos, mi sangre fluyendo por la piel, el dolor me extasía. Es una gran bocanada de aire para mis sentidos, es un mini orgasmo que consigue que caiga desplomada y como un peso muerto sobre la cama. Amigos míos, con todo lo que os quiero y desde lo más profundo de mi alma hoy os digo: No sé si sois mi salvación o mis cadenas, pues vosotros me ayudáis a sobrellevar el dolor de esta vida pero a la vez sois los que me atáis a esta dulce condena. Si no fuera por vosotros no viviría, no me cuidaría, ni tan si quiera me levantaría de la cama. ¿Para qué? La única forma en la que podría suicidarme en paz con mi conciencia es ir apartandoós uno a uno de mi vida, para que no sufraís y un día porque sí poder dispararme un tiro certero en la sien, o quizás dos. Que si vivir es jodido, sobrevivir con secuelas lo es más. Maldita vida, malditas crisis, maldito cuerpo, maldita mente. ¡Abandonadme y dejadme en paz! No quiero tú compasión, no me sirve de nada. No sé ni yo que hacer con mi vida. "Hay que vivir porque eso es lo que está bien, porque eso es lo que se debe hacer, porque la gente del tercer mundo esta peor que yo" Les cedería mi vida a cualquiera que supiera aprovecharla más que yo, no estoy hecha para este mundo consumista, materialista, sexista, superficial y rancio. Llevadme a la playa, que no sé si quiero ahogarme o desahogarme en el mar.

domingo, 12 de octubre de 2014

La pasión sigue aumentando

Aún algunos se preguntan, ¿de que sirve tener un blog que posiblemente nadie lea gracias al hecho de las millones de páginas que hay en internet? Pues mira como diría Bukowski, yo escribo por el simple el hecho de que mi boca no me basta para expresar todo lo que sucede en mi cabeza. Yo realmente no tengo ningún don para la escritura, no soy José Saramago ni la grandiosa y depresiva poeta Alejandra Pizarnik. Escribo para convertir a mis pensamientos, sentimientos y frustraciones en inmortales. No sabría vivir de mi pasión ya que no sé escribir para los demás. Esta sea posiblemente la única muestra de afecto que le de a mi alma, una tregua que dura el tiempo de escribir el texto. Probablemente yo sólo sea una trastornada más, otra maldita loca que no está encerrada en un psiquiátrico porque al estado no le sale rentable y porque escribir me salva de mi mísma. Una loca, solo eso, una loca enamorada de la literatura, temerosa de la vida y embriagada en el olor a libro viejo. A veces me dicen: Pareces mayor cuando se te escucha decir lo que piensas. Y eso que nunca me han visto escribir, mi cerebro a envejecido a mayor velocidad que mi cuerpo, ya desde los 12 años lo notaba, mi cabeza siempre ha ido más deprisa que mi cuerpo. Aprendí a hablar mucho antes de andar, supongo que es un dato importante. No soy superdotada, quizás tan sólo sea un maldito transtorno lo que tengo. Por eso escribo, porque el idioma de las palabras es más hermoso en unas líneas que en graznidos de mi garganta, porque yo no sé mostrarme frente a nadie totalmente si no es escribiendo, porque vivimos en un mundo donde las apariencias hay que guardarlas, porque no puedo salir en ropa interior a bailar bajo la lluvia una canción de Bill Evans, porque no puedo drogarme feliz en cualquier acera de la mano de un vagabundo tan descorazonado como yo, porque no puedo llorar frente a nadie bajo ningún concepto, porque esto me salva, me salva y me hace inmortal, porque la literatura ha conseguido que me enamore una y mil veces de auténticos artistas que sin ella jamás habría llegado a conocer. La literatura, la música y la pintura, mis tres grandes pasiones. No obtuve el don de la música, por eso no fuí cantante, además de que en esta época hay mucha voz de ángel soltando vocablos sin sentido ni sentimiento alguno desde lo más profundo de su garganta. En la pintura mi cabeza y mis manos andaban totalmente arrítmicas, era una simple imitadora y admiradora artística. Hasta que la literatura se apodero de mí, me reclamó en su mundo para poder desahogarme, deja que mi bolígrafo se corra en sus páginas cada vez que necesito algo de paz. Dejo aquí este texto explicandoós porque me da igual que ahora mismo casi nadie lea mi blog, pues puede que como le paso a muchísimos y grandes artistas. Que tras muertos y enterrados, algún lector sin nombre sentado en un oscuro rincón de su casa recibió la pasión literaria y se enamoró de él y de su obra. Ahora yo también soy inmortal.