Mi credo

Creo en la pasión y en lo que escribo, en lo que se va de mi vida sin haber motivo.
Creo en la libertad y en que la suerte es una gran excusa para nunca tener que luchar.
Creo que las canas y cicatrices son el suspiro que guardan una gran verdad, que el alma se despide de la vida como yo me despedía de aquella barra de bar, también creo en las personas, en aquellas que aunque no olvidan perdonan, en esas que tienen el corazón libre y que van por la vida sin máscaras que condenan.
Creo en el amor que hace que vibre como creo que hubo faldas que fueron sólo pasajeras.
Creo en la amistad que te hace adulto, que pases de ser el del columpio al de la familia grande.
Creo en la caída y sobretodo en las piedras que me hacen tropezar, creo que ellas forman mi camino como yo formo mi persona cuando voy a caminar.
Creo que cuando luchas es cuando puedas darte el lujo de soñar con la victoria, que la esperanza es un fantasma si el esfuerzo no acompaña.
Creo que robar sonrisas y gotas a la lluvia es algo de lo que también me pueden acusar.
Creo que la droga es la emoción que buscas constantemente tras cada acción que das.
Creo que por más sangre que suelto por cada palabra que escribo un litro vuelve a bombear.
Creo que el motor de mi vida es mi mente, que el mástil de mi corazón y mi cuerpo el barco nada más.
Por último creo en todo lo que me permita este sentimiento ateo.
Y en el pensamiento que cuando cierro los ojos me susurra:
Que vida sólo hay una pero se muere muchas veces.