Yo y mis pensamientos
domingo, 28 de septiembre de 2014
Reflexión sobre la pobreza
domingo, 21 de septiembre de 2014
Fuimos la perfecta historia de amor imposible
Fuimos la perfecta historia de amor imposible.
¡Maldito loco!, tú, el poeta enamorado de mí que quiso tras fallarme una vez enamorarme con dulces palabras.
Yo, resentida contigo, enamorada de otro, musa del dolor y la tristeza que deseaba escuchar hermosos poemas deseando que alguno de sus versos no le sonaran a mentira.
Como deseé amarte corazón, te hubiera entregado mi alma pero estaba negra y rota. Tú merecías un ola, fuerte, hermosa, voraz y viva.
Amabas esa conexión, eramos una bonita obra literaria basada en conflictos que nos impedían estar juntos. Yo ya no estaba enamorada, ni de ti ni de la vida. Ame el dolor y el sufrimiento que me hacía sentir la persona a la cual yo le ofrecí todo y el me daba las sobras de sus migajas.
Fuiste un imbécil pues me fallaste cuando aún era una ilusa que creía en el amor y en tus palabras, al final tu error lo acabamos pagando los dos a un alto precio. Eras perfecto para mí inocencia, todo lo que yo hubiera podido desear. Intentaba y daba la vida por haber conseguido enamorarme de ti, pero yo me convertí en inalcanzable incluso para mí. Mil veces intentamos estar juntos tras varios años pero mi corazón estaba ocupado por un idiota que convirtió mi mente en abierta, lo suficientemente abierta como para ver el mundo real y odiarlo de la manera más apasionada.
Malditos hombres, comentaba yo siempre. Los idiotas te enseñan a amar el dolor, los ilusos la desconfianza, los buenos que todos se equivocan, y yo aprendí que el mundo ya no era mundo sin ti.
Los poemas que me escribías me enseñaban esa parte del mundo en la que yo deseaba volver a creer pero ya no podía, ya que me dejaste al filo del precipio y yo caí sola y por mi propio peso. Te quiero, eres todo lo que siendo una chica inocente e inexperta pude desear. Eras todo lo que me tapaba la crudeza de la vida y me mostraba lo hermoso de su brillo en los ojos de su mayor admirador.
¿Recuerdas aquella noche en la que me llevaste a admirar y hablarme por primera vez de las estrellas? Que ilusa fuí aquel creyendo que deseabas solo un polvo bajo la luna, olvidé que eras diferente. Que tú realmente me querías y te gustaba pasar tiempo conmigo. Quizás por eso me parecías un puto loco, no comprendía como tú, mi amor de ensueño me podías amar cuando yo solo era la obra rota a la que ninguno de los hombres a los que más quiso la supieron querer. ¿Cómo tú que eras perfecto podías amarme de esa manera incondicional y una maldita escoria como era aquel chico que ni tan si quiera era algo más que uno del monton no sabía ni quererme como te quise yo a ti? ¿Cómo me enamore de él tras tú haber cometido un error insignificante y él que me dió años de martirio, desprecio y soledad me poseía entera? ¿Puede que fuera lo que tú decías? "Las personas aceptamos el amor creemos merecer", pero tú nunca aceptaste que yo mereciera esos polvos a escondidas por verguenza de que supieran que estaba conmigo. No entendías como podíamos él y yo podíamos follar mientras a la vez discutíamos. No entendías que yo te rechaba porque me hacías sentir tán magica y especial que no quería hacerte daño y mucho menos perderte. Nuestros polvos eran mágicos, fueron polvos de hadas. Eres una hermosa historia que contar a mis nietos. Menos mal que nos dimos cuenta que cuándo el estúpido dejo de importarme gracias a ti y empecé realmente a quererme un poco más ya ni tú ni yo eramos los mismos, nuestra época ya era pasada. Fuiste un hermano, un amigo, un padre, un consejero, un amante y un psicólogo excelente. Todo lo que nunca tuve. Gracias mi cucharadita de miel con azúcar, has sido siempre lo más dulce de mi vida. Mi pozo oscuro recupero parte de su luz, gracias a ti ya no esta tapiado, ahora tiene rejillas. Siempre serás para mí como un primo, un excelente primo lejano que con el llevo en conjunto un corazón, mil cartas e infinitas experiencias compartidas.
lunes, 15 de septiembre de 2014
La felicidad y mi relación con ella
Hoy me han preguntado qué si admiro o anhelo la felicidad. Mi respuesta a sido: Según que felicidad, pues no creo en las felicidades vacías y sin preocupaciones. No creo en felicidades que se contentan con poseer dinero. Eso no es felicidad, yo más bien lo definiría como "psicología acolchada" o "conformismo existencial y emocional". Solo cubrir gastos para ser felices y comer todos los días. Sin pensar en nada más.
Considero que hay tres tipos de casos:
Pobres que siempre han aspirado a ser como ricos sin necesidad de vida interior, ni riqueza cultural. Solo dinero y quejas porque este sistema no les proporciona el dinero que anhelan y por lo tanto son unos ladrones.
Hijos de ricos que su máxima aspiración es ser como sus padres y que su capital crezca sin medida. Sin necesidad de darle más ocupación a su mente pues quien piensa sufre.
A esos casos yo los llamaría psicología acolchada.
Luego esta el caso de esos antiguos revolucionarios que querían que el mundo cambiara y fuera mejor pero como acto de sumisión, aborregamiento o presión social han decido aceptar este sistema tal como es y simplemente vivir sus vidas cubriendo las necesidades básicas y dejando sus revolucionarios pensamientos aparcados en un rinconcito de su recuerdo y su corazón.
A esto es a lo que llamo conformismo existencial y emocional.
Estas son las felicidades a las que deseo no llegar, pues me gusta ser una infeliz, una infeliz completa, luchadora, inconformista y rica en cultura y emociones, rica en pasión y creencia en sus ideas, una infeliz independiente de este sistema que lucha por atraparme. No, no seré yo la caiga en su trampa.
No creo en la felicidad si no hay sufrimiento después y tras ella.
No creo en el sufrimiento si no hay felicidad después y tras él.
Pero sobre todo no creo que esas felicidades expuestas antes sean felicidades completas y aún así si lo fueran mi mente no alcanza para comprenderlas.
La felicidad la definiría algo así como la libertad, algo que no puedes poseer porque apagas sus colores, algo que solo puede seguir siendo hermoso si se nos escapa de las manos. Esa es la felicidad que tanto admiro y anhelo.
martes, 2 de septiembre de 2014
Eso es la muerte y eso la vida.
Hoy esta pensando y me dije mi misma: ¿Qué mas le da una persona morirse? Esa persona no pierde nada, pierde la gente que la quiere. Perdemos la oportunidad de que compartir momentos, de embelesarnos con sus pensamientos, de verla crecer, cambiar, gritar, de recibir su cariño, etc... Somos nosotros los que perdemos no ellos. El mundo se nos va apagando, pero nos van llegando mas luces a nuestra vida, mas personas especiales y diferentes que nos llegan y completan pero son luces que también se apagan, hasta que te apagas tú. La muerte propia no me asusta pues es un se acabó todo pero la de un ser querido, la de una persona especial... No tengo palabras para describirlo tan sólo os pondre algunos ejemplos, cuando Kurt Cobain murió el mundo perdió un gran músico, cuando Anne Sexton murió el mundo perdió una gran poeta, cuando Salvador Dalí murió el mundo perdió a uno de los pintores más expresivos y especiales del mundo, y así como pasa con muchos más...
Eso es la muerte, un fin definitivo para ti, una dolorosa pérdida para el mundo.
Eso es la vida, una oportunidad para compartir, crecer, caer, dar y recibir.