Me faltó quererme y quizás no más si no mejor.
No me quería a mí sino a todo lo que me aportase inmediatez para olvidar lo que me estaba pasando.
¡Qué ilusa! Ni la droga, ni los años me harán olvidar.
Desafortunadamente quizás ni muriendo encuentre algo de paz respecto a ese tema.
Yo pienso que será descansar en paz pero ¿y si en eso también estoy equivocada?
Tengo que vivir bien maldita sea, es mi única oportunidad.
Patadas a mi orgullo, a la puerta de mi habitación.
Sigo llorando cuando veo un cinturón aunque sea en un maldito dibujo.
No te mereces ni una lágrima pero yo necesito limpiarme.
Aunque hayan pasado los años, tengo memoria de elefante.
No recuerdo cada golpe, fueron demasiados como para acumular tanta memoria negativa pero como me sentí no se va de mí.
Muy probablemente ni a tiros lo saqué.
Estoy limpiando con terapia; mis letras ya no sagran tanto odio si me corto pasando tus viejas páginas.
Nunca debí dejarme tratar mal por nadie, ni por amor a nadie.
Quién te quiere de verdad en cualquier aspecto no te pisa o pasa de largo cuando ponen el pie en tu cuello.
El amor será mi Vendetta.
Mi amor propio será gigante y nunca más lo podrán pisar.
Para todo aquel, aquella o aquello que venga con malas intenciones:
Desapareceré para olvidarte en cuanto me de cuenta de tus intenciones, y lo haré sin dudar. Intentaré siempre que sea más temprano que tarde. Si fuiste alguien para mí y dañas mi corazón créeme cuando te digo que mi aceleración es menos fuerte que mi frenada. Si me estás jodiendo, freno de mano y al carajo el coche con todo lo que traiga dentro.
Nadie me volverá a pisar, he asumido el control de mi vida. Así que como mucho mi corazón a quien lo joda demasiado directamente lo atropella.
¡Que cada vez que golpees, maltrates, abuses violes a alguien se te gangrene un órgano!
¡Yo, juro solemnemente que me defenderé ante cualquier abuso como una desesperada!
¡Mis pies están sobre la tierra y mi orgullo nunca volverá estar bajo ella!
