Yo y mis pensamientos

Lo que sentimos, lo que vivimos, lo que hacemos y lo que no. Todo nos afecta, todo nos influye. Para bien o para mal nosotros no pasamos por la vida, la vida pasa por nosotros.

martes, 26 de marzo de 2019

Jugando con fuego

Dicen las malas lenguas,
que solo besa bien el diablo.
Las buenas te dejan vivir.
La rosa se esta deshojando.
Ya no soy la bestia.
Sigo mirando la rosa.
Tampoco soy la bella.
Sigo mirando la rosa.
Toco la rosa.
Me pincho con la rosa.
Demonios, que bien besas.
Solo besa bien el diablo.
Te voy a atar con cadenas.
Vamos a jugar.
Demonios, que morbo.
Me duele.
He dejado al diablo.
¿Y eso?
No besaba tan bien.

Hermética

Envasada al vacío.
Del corazón.
Sin aire.
Sin querer expresar que pasa.
Sin saber que pasa.
Los sentimientos entran.
Pero no salen.
¿Es miedo?
No puedo salir.
No quiero salir.

viernes, 22 de marzo de 2019

La armadura

Yo creía que cubriéndome con una buena coraza nada podía herirme. Si nada me duele, no me van a atacar. Me he dado cuenta de que me pesaba. Necesitaba desnudarme ante los demás. Necesitaba desnudarme ante mí misma. Tenía mucho miedo, mucho complejo. Solo veía a traves de las rejas de mi casco debilidad pero cuando todo se fue cayendo con el peso de los años me vi. A pecho descubierto. Ahora veo mucho más. No estoy resentida pero sigo teniendo miedo. Aunque esta vez voy ligera de peso, lo podré superar. Ahora me miro. ¿Me veís? Estoy genial.

Nunca ninguna mujer como tú

La resolución de mis inviernos, internos en mi estómago febril, se encuentran en un simple carcajada, una brisa marina, un momento de complicidad o esa jodida sensación de libertad.
Esta vez no es esa libertad de la que siempre hablaba. Si no esa libertad de decir estoy libre de cargas mentales, estoy feliz. En este momento soy feliz. Antes no tenía tantos momentos de felicidad sin edulcorantes.
Joder, ahora soy más feliz.
Por fin me siento libre.
Y me dije:
Cariño, nunca ninguna mujer como tú.
Loca, te quiero. No te descontroles que esta vez si te voy a cuidar.

Eutanasia

El cuchillo con su fina punta va abriéndome la piel, despacio. Voy soltando ansiedad por centímetros. Cuando llego a la mitad paro y sonrío. Se acabo, lo malo y lo bueno. Voy a entrar en la nada, el limbo. Me duele así que quiero terminar estoy antes de que mi ansiedad se escape por esa raja. Morir de pequeña me parecía divertido; ahora, una falsa sensación de calma. Terminaré enseguida con esto, pienso mientras termino de rajar mi cuello. Siento que floto como Ícaro. Lo idealizo y me encanta. Esto es mi apogeo, no se si esto es el cielo o el infierno pero el mío debe ser así. La nada, mi querida falsa sensación de calma.

- Uff Rick, ya estoy mucho mejor.
- ¿Que hiciste para calmarte pequeño terremoto?
- Me imagine que me cortaba el cuello, a veces es mejor imaginarlo que hacerlo.

jueves, 7 de marzo de 2019

Con un par de huevos

Andaba revuelta, como la guerra.
Como los ideas en mi cabeza.
Como trenzas de pelo enredadas.
Como los huevos que un día hubo.
Como los que arrogantemente nos creímos irrompibles.
Había muchos huevos pero todos estaban rotos.
Rotos y revueltos.
En aquella época no hubo sábanas que abrigaran.
El amor no se cocía, ni estaba más bueno con patatas.
Un día se me cayeron los huevos y entonces descubrí que estaban vacíos.
Entre tanta revuelta, no se dió cuenta de que fue el corazón lo que se había comido.