Yo y mis pensamientos

Lo que sentimos, lo que vivimos, lo que hacemos y lo que no. Todo nos afecta, todo nos influye. Para bien o para mal nosotros no pasamos por la vida, la vida pasa por nosotros.

lunes, 28 de abril de 2014

Aquella chica...

Aquella chica llega a su casa como todos los días cansada del estrés, del trabajo, de su vida. Se marcha al bar a beber como si fuese el único momento en el que su vida recobra sentido, al principio se siente la dueña de su universo al ser capaz de inhibirse con tan solo unos grados de alcohol pero en el fondo sabe que nunca es suficiente, sabe que aunque lo que fluyera por sus venas fuera alcohol en vez de sangre no bastaría. Necesita estar ebria, necesita su veneno para vivir, para olvidar, para vomitar todo ese mal estar que la quema por dentro. Da igual lo que sea, aguardiente, cerveza, vodka... Todo le sabe igual, lo importante ya es su función, a dejado de beber para divertirse, ya no es esa niña de quince años que se bebía dos cubatas en la feria, esa niña feliz había muerto pero esa noche volvería para recordárselo. Llega a su casa dando tumbos y arrastrándose por las escaleras. Va hacía el baño recreando la escena de todas las noches, limpiándose el rimel de haber llorado, esa noche no había habido sexo ocasional con algún desconocido, no estaba de ánimos. Sólo le dío tiempo a limpiarse los restos de maquillaje y recojerse el pelo cuando ya estaba abrazada al water expulsando todo lo que había bebido. Se enguajo la boca y la cara y fue hacia el salón, supuestamente debía sentir una sensación de paz pero no fue así, aún había algo que le pesaba y la mantenía aturdida. Se sento en el sillón frente a una foto de cuando era pequeña y estaba sonriendo montada en un árbol. ¡Qué feliz era entonces! ¿Cuándo murío esa chica? ¿En qué momento se encargo de matarla? Su corazón se rompío en pedazos, los recuerdos en fotos eran demasiado duros para ella. Se ve que ella ya no era aquella chica. ¿Quién la mato? ¿El alcohol, las drogas, el amor, el sexo ocasional, sus padres, ella misma? No, definitivamente ya no era aquella princesita Disney, ahora era una princesa de cristal que lo único que contenía en su cuerpo era alcohol y mucho resentimiento. La tristeza se apodero de ella pero no le preocuba, además tampoco tenía motivos pues su cuerpo la estaba abandonando dándole un coma etílico y para cuando alguien la echara en falta ya estaría muerta. Su última reacción, su último gesto, su último movimiento fue darle un beso aquella foto justo antes de caer al suelo muerta, ahora regresará con aquella niña, con la que era feliz pues la enterrarían junto a ella.

jueves, 10 de abril de 2014

Con la sangre de mis venas

Todo absolutamente todo lo que escribo sale de mi sangre, de lo que pienso y siento en cada momento. De todas las cosas que quiero observar, todas las que deseo comprender, todas las que no conoceré. Quiero empapar mi cabeza, darle un baño de cultura y conocimiento a mis sentidos. Deseo tener una biblioteca como la de la antigua Alejandría, devorarme sus libros, analizarlos y examinarlos como si de microbios se tratasen, disfrutarlos como el olor a libro viejo, ese fantástico olor que te hace imaginar su historia. Cuando este empapada de todos esos pensamientos e ideas, ordenarlas en mi cabeza y basándome en mis criterios fundar una nueva biblioteca, solo mía, escrita con la sangre de mis venas. Como todo buen filósofo, dejar reflejado mi pensamiento en un texto. Soy anti tantas cosas, pero lo importante no es en lo que estamos en contra, sino en lo que creemos, eso es lo realmente importante. Y yo creo en la igualdad, libertad y justicia, creo en las personas y en sus ansias de libertad.

martes, 8 de abril de 2014

Mi pequeña Ana, busca en ti misma.

Esto más que una entrada es una reflexión sobre una pequeña amiga que a causa de la distancia no puedo ayudar.
Cariño, yo decidí dejar de intentar ser "Mía" y empece a quererme más, ahora te toca a ti dejar de ser "Ana". Debes empezar a quererte y valorarte como nunca lo has hecho, eres especial por mucho que lo nieges. No necesitas tener un cuerpo o una cara perfecta, miráte al espejo y observa el brillo de tus ojos, es lo único que se quedara contigo cuando envejezcas. Todas las pieles por muy perfectas y delgadas que sean con el tiempo se arrugan, al igual que se arrugan las yemas de los dedos bajo el agua. Solo permanecen firmes las de las chicas de silicona, ¿te gustaría ser como ellas? Tengo una amiga que quería ser modelo, con un cuerpo excelente y una talla 38 a la que le dijeron que debía perder 10 kg, obviamente se negó y decidió seguir estudiando. No debes amargarte por tu cuerpo, piensa que para ser feliz necesitas salud. Para tener salud necesitas, cuidarte y quererte. Necesitas un objetivo en la vida, ilusiónate con algo, márcate metas cortas y ve superándolas poco a poco, yo sé que puedes, no ates tu felicidad a nadie.
Ahora hago una reflexión para todas esas chicas que sufren trastornos alimenticios: Debéis ser fuertes y pedir ayuda, necesitáis quereros a vosotras mismas y haced algo que os guste. Conozco la excusa de sólo quiero llegar hasta determinado peso, entonces pararé. Sabéis al igual que yo que es mentira, siempre querreis perder un poco más. Es como una droga, como las autolesiones, como cuando te obsesionas con algo, ya sea sexo, dinero, fama, un físico perfecto o lo que sea, siempre querréis un poco más; es un bucle sin fin al que hay que ponerle freno o acabara en muerte o suicidio, podéis apoyaros unas a otras, pedid ayuda, no dejéis que sea más fuerte que vosotras ese imenso complejo.

lunes, 7 de abril de 2014

Querida almohada

Aqui sigo una noche más con mi amiga la almohada, contandole mis penas, mis secretos, mis lágrimas, mis miedos, mis alegrias, mis ilusiones y mi felicidad. Muchas veces la he golpeado y mordido de rabia, pero ella siempre esta hay. Increiblemente me la compraron un poco antes de empezar mi peor época, pero sigue aquí. Si hablarais con ella podría contaros historias horribles sobre mí, podría deciros que soy esa niña llorona que se muere de rabia porque no quiere llorar. Te hablaría de aquellas chica de alambre que siempre me llamaron la atención o incluso de las raritas de princesalandia que van buscando su sapito para besarle. Mi almohada conoce mi parte curiosa, sensible y salvaje. Mi odio y desprecio hacia las relaciones, casi todas me parecen mentira. Mi almohada me habla y me dice: Mata a tu mente, tu propio cerebro esta acabando contigo. No es bueno vivir siempre alerta, los escudos acaban rompiéndose. Pobre almohadita, me aguanta, me soporta y encima se preocupa por mí. Es la que me inspira a escribir, cada vez que lo hago estoy encima suya aplastándola, pero eso no le preocupa si después me siento bien, es algo así como deben ser los buenos amigos. Algo así como mi sitio para reflexionar.