Sueños, utopías y planetas jamás visitados

Un día andaba soñando con un mundo sin maldad, con un mundo en el que todos se respetaban y se querían los unos a los otros. Un mundo donde la moneda más valiosa a pagar era una sonrisa de agradecimiento y complicidad. Donde la gente no tenía que decir: Yo no ayudo porque a mí no me ayudan. Pues en ese mundo todos ayudaban por el mero placer de hacer felices a los demás. No había propiedades excepto los regalos. Todos luchaban por el bien común, nadie aspiraba a ser superior. Cuando me desperté me di cuenta de que ese planeta debería ser Marte, pues en la Tierra nunca pasaría eso. Pues nuestra sociedad ya esta corrompida. Ya que somos como un río, nacemos puros y limpios de la montaña pero ya por el camino se nos va corrompiendo la esencia y cuando vamos a morir al mar, no señores no, cuando vamos a morir al mar ya no somos los mismos. Allí estaran ellos en Marte, no sé muy bien ni por qué, ni cómo, ni cuándo, ni tan si quiera sé si sólo existen en mis sueños. Solo sé que si existen estarán hay arriba riéndose y a la vez lamentándose de nuestra mediocridad.

Mi puente

Hoy voy a hablaros de rincón secreto. Un sitio hermoso simplemente porque refleja mi ciudad en todo su jugo. Un pequeño puente por donde no pasa nadie situado sobre una autopista, tiene campo a cada uno de sus extremos y debajo la carretera. Es como mi gran ciudad, es como si el puente me dijera: Por mucho que crezca la sociedad nunca podrán olvidar sus raíces y sus raíces siempre estarán sobre ellos mismos. No se darán cuenta porque como para todo los humanos estamos aquí de paso, pero nuestras raíces...Ellas siempre permaneceran allí. Allí escucho como el ruido de los pájaros retumba sobre los cristales de los coches y absorve de mi mente el ruido de un motor acelerando. Ese puente solitario y tan transitado. Me siento tan indentificada con él, nadie se fija en él, nadie lo reconocería, no destaca, pero siempre esta ahí, mirándoos por encima y burlándose de esta absurda sociedad.

Nunca cambiaré.

Quiero que todos y todas entendáis una cosa. Que no voy a cambiar de forma de vestir porque al resto no os guste, que no voy a comportarme como vosotros querais porque sé comportarme bien, que no voy a cambiar mi forma de hablar porque no os parezca lo adecuado. No voy a empezar a ponerme pitillos y lonas porque sea femenino si a mi me gustan los chandals, las gorras y los deportes. No voy a cambiar por nadie. No busco vuestra aceptación, ¿es qué no lo entendéis? Me gusta chillar, ser agresiva y alocada, pues también soy risueña y cariñosa. Decidlo con toda la buena intención que queráis, pero enterarse de una vez: YO no pienso cambiar sino es para producirme sastisfacción a mí.

El ayer, el hoy, el mañana.

Antes follabamos más, bebíamos más, nos drogábamos más, fingíamos más. No sé si ahora vivimos mas centrados en la realidad o si la apatía se apodera de nuestros cuerpos. No sé si los discos de Dia Sexto hicieron mella en nuestros corazones o simplemente nos marcaron como vacas. No sé si lo nuestro es amor o adicción incesante que no nos deja vivir. ¿Qué más da? Tú besame fuerte cariño, mañana sera otro día. Mañana sera día de aspiraciones, día de metas, día de madurar y crecer como personas, sera el día en que Peter Pan nos de su beso de despedida. Pero eso será mañana cariño, mañana. Volemos juntos mientras tanto.

Poema de amor

Droguémonos juntos,
follemos sin parar,
como animales que
se desgarran el uno al otro
intentando crear una caricia.
Leamos a Bukowski
mientras vomitamos esta vida
y hablamos de suicidio.

Llévame al mar.
Quiero que sea nuestro,
nuestro último beso,
nuestra última ola,
nuestra última oportunidad
de casarte conmigo,
nuestra última gota de sangre derramada por amor.

Hazme un cunnilingus antes de morir.
Mi vida, pásame el porro,
quiero fumarme unas caladas...

Marchate de aquí.

Un alma negra se apodera de mi cuerpo de vez en cuando sacando lo peor de mi, tirando por el suelo mis recuerdos, mis virtudes y dejándome en lo que ella me quiere convertir.e canta baladas de odio mientras disfruto de su dulce tortura, saboreo el dolor y la rabia fluyendo por mis venas mientras intento pararla a golpes. Hasta que algo vuelve en sí en mi cabeza, algo que me dice: ¡BASTA!
Pero siempre, mas tarde o mas temprano, no sé como lo consigue. Ese alma negra vuelve a aparecer para apoderarse de mi.

El sexo y todo su asco

Cuando la mire a los ojos vi como se le nublaba el alma. Saboreando lo oscuro, la sangre y el sexo. Disfrutando de su muerte, su orgasmo y su insólita felicidad vomitiva. Ese brillo de los ojos se le borró  como las cosas que no sirven nunca durante mucho tiempo.Su pintalabios manchando de rojo sangre, su piel blanca y desnutrida, su oscuridad remarcada en lo negro de su pelo. Triste, no había más palabras. Psicópata autodestructiva que ama la muerte tanto como la muerte la ama a ella. Drogas, vómitos bulímicos y orgasmos intensos. Esa sensación de estar al filo, de ser un vinilo que por viejo y usado tirado anda y revuelto por algún cajón con un tanga enganchado en su esquina pidiéndole más. ¿Qué coño es la vida sin drogarse en un parque, romper botellas, tomar mda y polla para después desayunar cola cao? Las cerdadas de la madurez mezcladas con la ilusión de ser niño y un poco de cianuro en el alcohol. Ella se fumaba  pulmones de hierro con el clítorix de plastina. Tenía cristales clavados en los pies pidiéndole que saltara sobre ellos para clavarse un poquito más. Eso era amor, el más puro amor.