Héctor dijo una frase: Quieres morir por amor pero no sabes nada de la muerte ni del amor.
Un pedazo de mi vida se llama igual.
No quiero que sepa nada de la muerte, me da miedo lo que puede aprender del amor.
Cuando conocí la traición el amor ardió en llamas, como un caballo de madera.
Troya ardió en llamas y conocí la muerte.
Mi ciudad en ruinas.
La muerte se lo lleva todo en segundos.
Quise refugiarme en ella para protegerme del amor.
Sentir por cualquiera me convertiría en una diana para el dolor.
Hasta que me di cuenta que quien ama es más fuerte que quién odia.
Que la mirada de Héctor es lo más puro que había visto nunca y yo me había dejado corromper por este mundo.
Tenía que volver a construirme, no será Troya pero si una bonita isla.
No me da miedo la muerte pero ya tampoco el amor.
Aprendí a estar de paso, a no instalarme en lugares oscuros, a no cegarme en lugares claros.
Cierro los ojos mientras siento la brisa mientras pienso que caer al fondo de la montaña significa avanzar.
Observo las ruinas y ya no las quiero cambiar.
Me crié en Troya y allí mismo te encontré, en medio de tanta ruina y reconecté con mi ser.
