Yo y mis pensamientos

Lo que sentimos, lo que vivimos, lo que hacemos y lo que no. Todo nos afecta, todo nos influye. Para bien o para mal nosotros no pasamos por la vida, la vida pasa por nosotros.

miércoles, 23 de marzo de 2022

Ya no se espera hasta el matrimonio


_ ¿Por qué no la puedo soltar?
_ Porque cuando ella abre su corazón el tuyo tiembla como una gelatina.
_ Pero no siempre lo abre, también me lo cierra.
_ ¿Y que piensas hacer si lo vuelve a abrir?
_ Decirle que arranco la puerta para que no se cierre más o me marcho con el corazón y las piernas temblando.

domingo, 20 de marzo de 2022

Reina

Te dedique dos semanas.
Cariño que solo se lleva mi gente.
Mi tiempo que es un tesoro.
Hice música para ti.
Te hable de mis enigmas, te advertí que no sabrías resolverme.
Me rellenaste como el que pone números al azar en el cuaderno de matemáticas.
Era cuestión de probabilidad, no eras para mí.
Para ser ludopata hay que saber a quien te enganchas y los juegos sucios siempre salen a la luz.
Estoy feliz por una parte, porque al ver que no te conocía como creía supe que tú a mí menos.
No me arrepiento del sentimiento.
Ahora sí tenemos que hablar de ti, 
sólo puedo decir que te tuve amor y se quedó en asco.

Atemporal

Somos una generación inconsciente.
Ahora todos quieren un amor a la antigua.
A la antigua dónde eras violada en un matrimonio, a la antigua dónde no tenías derecho a elegir con quién casarte. Quieren volver al lugar donde el matrimonio tuvo que inventar el divorcio para seguir existiendo.
Esa época dónde el amor era lo que menos importaba para casarse.
¿Existía el amor en esa época? 
O os acojona tanto que queréis volver a la zona de seguridad.
Esa zona donde si estás conmigo no eres nadie sin mí, esa zona que te inválida como individuo.
¿Qué os da miedo?
¿El amor o la soledad?
A mí la soledad me hizo menos daño y aún así nunca voy a dejar de creer en el amor.
No en ese amor que grita te quiero con ramo de flores, si no en ese amor que quiere serlo todo pero conmigo.
Evolución, cambios, movimiento, esa mano que te agarra, esos oídos que te escuchan, esos ojos que te miran como el puto desastre que les hace perder la cabeza, ese amor quiero yo.
Es un amor dónde nadie va delante, esa clase de amor que es más feliz viéndote cumplir tus objetivos que sus deseos, donde no importa sentir más porque es de fuertes, un amor dónde solo nos conformamos con lo merecido.
No se a que época pertenece este tipo de amor y tampoco soy fan de lo actual, actual que no nuevo.
Las mentiras han existido siempre, ese amor del que hablo también es atemporal.