Esto
va por todas esas personas que sabes que son mágicas, que tienen luz. Esa luz
interna que irradia la experiencia, el amor y la ternura. Pues hay dos
tipos de amor: el amor irracional de los niños, te quiero porque tú me quieres
y el amor que te da la experiencia de los años, te quiero porque a través de la
experiencia y la observación he podido comprobar que eres el tipo de persona
con la que deseo compartir una parte de mi vida. ¿Tienes luz? Yo amo las almas
libres y transgresoras, almas que te aceptan sin importan tu presente tu pasado
y tu ser, almas que tan sólo desean admirar la belleza del ser humano, su
belleza en diversidad, humanidad de heterosexuales, homosexuales, bisexuales, negros,
blancos, sicarios, voluntarios de ONG, todos con su historia y con alma de a la
que poder amar. Me gustan las almas que son capaces de contemplar la belleza de
la vida y de la muerte, la prueba de amor que demuestra un suicidio o la
muestra de cobardía, la admiración hacia la naturaleza y lo artificial. Somos
parte de una naturaleza que convertimos en nuestra para crear nuevos objetos
que formen parte de ella. Todos tenemos luz pero no todos sabemos o queremos
mostrarla, ¿cuál es la tuya? ¿La protección, el respeto, la pasión, la
libertad, la lealtad? Sólo te pido una cosa, ilumíname.
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