Orgullo no, egotrip

Hablar de sexo es tan políticamente incorrecto casi como ser lesbiana, y yo con lo roja que he sido siempre ningún calzoncillo me hizo mojarme como sus bragas.
Pero ustedes prefieren que les hable de amor, ¿cierto?
Pues les diré que ningún caballero me salvo como mi princesa. Ella es la que reina en mi vida, el resto, solo andantes caballeros que vinieron a clavar su espada.
En otra época lo nuestro hubiera sido pecado, cosa de brujas, una enfermedad mental o quién sabe que más cosas malas.
Hoy estamos aceptadas, nos aceptan que seamos pareja, nos aceptan que nos besemos o demos la mano en la calle. Repito nos ACEPTAN. Nunca un hetero necesito de aceptación, ¿por qué un homosexual sí?
Atte. El demonio, el demonio que viste de prada.