El sexo es un reto y follar un gran debate

Yo ligo con la mente no por un físico, algo que está bastante claro. La cuestión es que hay dos tipos de personas que ligan con la mente las intelectuales que pretenden cautivar las ansias de saber de los emocionales y los emocionales que suplen la falta de espontaneidad en todo lo metódico. Yo me considero bastante espontánea a la hora de ligar puesto que cuando realmente pretendo ligar se me da más fácil el decir: ¿Quieres follar? Qué el maravilloso juego de coqueteo, aunque eso solo me ocurre cuándo lo único que tengo en cuenta es un cuerpo. Cuándo alguien me interesa de verdad, cuando alguien me gusta como es no intento ligar simplemente me vuelvo más yo, descarada, directa, espontánea, rudimentaria, más niña que no piensa en las consecuencias de sus actos e incluso aunque parezca totalmente contrapuesto a lo anterior también me vuelvo más dulce. No considero que tenga muchas virtudes realmente pero si alguna que realmente he descubierto que me encanta es el hecho de ser tan jodidamente macho alfa (ego, sexualidad bruta, impulsividad) y tan jodidamente niña (dulzura, romanticismo idealizado, impulsividad). Me siento por así decirlo: El amor de los románticos y el morbo de los perturbados. Me encanta la gente loca, la gente romantica me mece y da paz y por último la impulsiva la que es todo corazón me fascina sobretodo si va acompañado de un buen cerebro que los desequilibre aún más. Me considero una persona doblemente impulsiva, tanto de mente como de corazón lo que hace que absolutamente todo lo que consigo que me gusta me va dejando de gustar a medida que pasa el tiempo porque todo pierde esa chispa del principio, esa espontaneidad. Quiero una persona que sea un torbellino constante de sentimientos, ya no sólo para sexo, es que simplemente me fascinan.