Él era frío como un helado invierno. Sus abrazos eran vacíos, sin sentimientos. Su calor corporal te hacía sentir que tienes un hueco sin rellenar en el estómago. Sus besos, esos besos tan apasionados, tan porno, tan besos. Esos besos que te hacen sentir tan excitada como confusa. Pues él es ese chico de mirada penetrante que te dice tanto y tan poco con un gesto. Es ese chico con el que después de una noche perfecta de peli, cena y sexo; miras hacía el lado pero él no está. Su cuerpo esta ahí, pero el no está. Y si esta ahí ni tan si quiera está contigo, tan sólo se mantiene a tu lado.
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