Yo y mis pensamientos

Lo que sentimos, lo que vivimos, lo que hacemos y lo que no. Todo nos afecta, todo nos influye. Para bien o para mal nosotros no pasamos por la vida, la vida pasa por nosotros.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Eso era amor, amor por la intensidad

Últimamente he empezado a amar la vida sin pretensión alguna. No espero la felicidad, lo vivo todo intensamente. Los rayos de sol haciendo arder mi piel, la lluvia estremeciéndome, el jadeo incesante tras haber apostado tu vida a un todo o nada, los paseos de la mano de la muerte sintiendo como la sagre hierve y fluye por mis venas. Disfruto de mi pulso acelerado, de como se me convulsiona el pecho, de como se excita mi alma cuándo un libro la atrapa y la música penetra y se funde en sus oídos. Ese alma transgresora que solo cree y lucha por la libertad. Lo suyo si es amor, amor por los excesos, amor por el riesgo, por la justicia, por estar al límite, era amor por la libertad. ¿Qué herida es la que te sangra para inspirarte en estas letras? Le preguntaban ociosos a mí alma. Le sangraba la injusticia, pues también por igual se enamoró de la venganza. Ese sabor a sangre en los labios, esa pasión enferma por jugar con la muerte al tu la llevás. Alguna vez me preguntaron como acabaría tanta irreverencia. Tanta pasión por el olor a mojado de un bosque como la pasión por jugar con los filos de cuchillos. Muerte, vida, vida, muerte, pausas, depresión, pasotismo, vida, muerte. Todos bucles, todos intensos y todos con amor sin pretensión alguna.

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