Me he vuelto a liberar de mis cadenas. Ya no me torturo con tu recuerdo. Estoy conociendo a otro y no me importa que estes tú, estoy conociendo a otro que no me importa que el se vaya. Soy psicologicamente excitante una vez más, estoy recuperando mi magia. Esa sonrisa maliciosa, esa mirada inocente e insegura, esa fuerza brutal que posee mi alma vuelve a exteriorizarse fuera. Esa alma que os dice a todos: Podéis intentar utilizarme, dañarme, corromperme incluso martirizarme. Hasta puede que algunos lo consigáis pero nunca podréis destruirme. Mi alma es inmortal, mi alma vive interna en el infierno y cuando vienen a darle por culo les dice que el coño esta algo más abajo. Con mi alma no podrán, ni ningún hombre, ni la vida, ni la gente, ni nada nunca jamás. A ella le da igual lo que piensas, sonríe a lo malo y lo moldea hasta convertirlo en algo que a ella le guste. Los mordiscos son más bonitos con sangre, las flores no son hermosas sin pétalos, tú sólo pareces guapo cuando tienes un libro de filosofía en las manos. Mi alma va bailando por ahí alegre, con las manos manchadas de sangre, la ropa rota, recubierta de cicatrizes pero fuerte, libre y sexy. Va gritando libertad, acariciando sus costillas, probandosé varios estilos que le sientan femonamenal: heavy, cani, hippie, friki, lolita-punk. Ella se come el mundo, un mundo que no puede con ella ni jamás podrá. Mi alma grita, grita libertad.
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